sábado, 10 de enero de 2015

EL DOLOR DE UN PUEBLO


Mañana del 09 de Enero de 2015. Cerca del mediodía un temblor mediático pega una bofetada a la sensibilidad social de un pueblo que en su interior y en algunos casos silenciosamente ruega por la aparición de una vecina de Canals: ella, María Eugenia Villafañe, madre de cinco hijos de los cuales el menor aún se alimentaba de su ser, ha sido hallada sin vida, en un lugar solitario, de poco tránsito, dejando ese vacío que una esperanza albergaba y que en este momento no puede ser, y nos dejó envueltos en un silencio mezclado con bronca,impotencia y dolor. Si bien muchos declaramos que es hora de llamarnos a silencio, no puedo disimular ni callar mi análisis en este momento inmediato, sucedido tras este final.
Un final que nadie se atrevía a aseverar,pero que esas voces pesimistas se encargaban de susurrar, sumando posibles causas, que no hicieron mas que dañar la figura de la persona de quienes estuvieron involucrados en el caso. Se ensució de forma impune y vil con conclusiones apresuradas, perdiendo el foco de lo que en verdad importaba:la aparición con vida de María Eugenia. Fue la misma sociedad, quien alentados por ese morbo, vaticinaron un trágico final, acompañado de posibles motivos (que jamás justificarían una muerte).
El golpe ha sido letal. Atrás quedan sendas movilizaciones reclamando la presencia de esta mujer, la cual hoy se da de la forma jamás deseada. Porque este pueblo,que miraba este tipo de noticias solo en las grandes urbes, hoy lo sufre en carne propia.Porque este pueblo, caracterizado por mirar hacia el otro lado, pregonando el "NO TE METÁS" hoy empieza a darse cuenta de la importancia de comprometerse en causas colectivas. Porque es imperiosa la necesidad de empezar a producir una cambio, en la vida institucional y cotidiana de esta comunidad. De nada han servido las palabras para intentar hacer reaccionar y torcer el rumbo. Y lo peor es que se ha esperado a que se produzcan este tipo de hechos, para darnos cuenta que somos necesarios para lograr un Canals mejor. 
Hoy lamentamos y sufrimos lo ocurrido. Hoy, reaccionamos reclamando a los gritos, olvidándonos que es a través del diálogo cómo se solucionan las cosas. El gran problema, es cuando ese diálogo no se produce, y se recibe como respuesta la evasiva, la respuesta fácil y sencilla que supone aplacará la necesidad de soluciones. Es ese tipo de actitudes, los que provocan el agotamiento de la tolerancia y la paciencia, arrojando los peores resultados. 
Fue la noticia. El impacto. El sacudón de una realidad que muchos soñábamos, deseábamos, y tal vez creíamos no llegaría a ocurrir en nuestro pueblo, pero pasó.
Salimos a la calle en forma multitudinaria. Basta el cruce de miradas en silencio, para comprender cuán tarde nos dimos cuenta, de las deficiencias a las cuales el sistema no expuso. El pueblo (o gran parte de él) llora la pérdida de una madre-hija-hermana, víctima del mundo actual, donde nada vale la vida humana. Pedimos tantas cosas...que se vayan todos (como si sirviese de algo) justicia, cambios urgentes, etc.
Aparecieron los oportunistas, vándalos incitados y excitados que provocan disturbios y destrozos, justificando una venganza que se inclina mas a la necesidad de delinquir y desafiar a las fuerzas del orden, desvirtuando el legítimo reclamo de justicia.
Y vuelve la sombra de lo ocurrido. Empiezan a surgir interrogantes: ¿quien?¿cómo?¿porqué? permitiendo de forma deliberada, las especulaciones vanas y delirantes que nada pueden aportar. Ahora el caso recién comienza, y si bien los cañones apuntan a una persona, la cual es acusada y ya condenada por la sociedad, cabe jugar con una posibilidad: ¿y si no fue él? ¿y si por capricho del destino fue una coincidencia que ella desapareciera tras tantas llamadas? si bien son conjeturas, las hipótesis deben comprobarse para no errar en nuestro juicio, y transformarnos en victimarios al queres identificarnos como víctimas.pero hubo serias fallas y errores, donde, queda en evidencia, la intencionalidad por darle un marco de aprovechamiento político al caso,por un lado, y por el otro la negligencia de la policía local, el cual a simple vista es detectado por el canalsense. La puja por sostener una posición de poder, y como si fuera poco,se ha generado cierta gresca política, que en nada ha contribuído al caso, sino peor aún: los ha vuelto miserables por defender sus intereses personales por el del bienestar del pueblo.
María Eugenia se ha marchado, y ha dejado una herida abierta difícil de cerrar. No se olvidará jamás este momento en la historia del pueblo, como tampoco se cesará en el pedido de justicia por su muerte.Ha desnudado las fallas en la estructura democrática, mostrando la fragilidad y vulnerabilidad de una población. Quien deba pagar, que pague, porque sólo así descansará el alma de esa mujer. 
Canals, hoy permanece atónito, asombrado por lo ocurrido. La angustia se transforma en lágrimas de un desenlace que nos empeñamos en creer que no era posible. Creímos...y ese fue nuestro terrible error:creer que todo estaba bien. Que en este pedacito de patria estaríamos a salvo, pero ahora sabemos que no es así...Descansa en paz maría Eugenia, que por tu alma,clamaremos justicia...




2 comentarios:

alba dijo...

LAMENTO LA NOTICIA DE MARIA EUGENIA VILLAFAÑE, DESAPARECIDA Y ENCONTRADA SIN VIDA, COMPARTO EL DOLOR DE SU FAMILIA Y RUEGO POR JUSTICIA !!!

Rosa M. Nusbaum dijo...

María Eugenia, tu muerte no ha sido en vano, nos ha indicado las grandes falencias que tenemos como sociedad, familia y amistad. Cada uno de nosotros algo podríamos haber hecho por vos, y no lo hicimos. Perdónanos...