En el año 1978,pleno auge de la dictadura militar, mi padre reflotaba el gremio municipal que se hallaba abandonado e inactivo. Crecí bajo Leyes,luchas y discusiones bajo la bandera del obrero y su dignidad.
Tras varios años y gestiones intermedias, en 2005 por iniciativa propia y de compañeros, me tocó la difícil tarea de reconstruir nuevamente el sindicato que se hallaba en acefalía. No fue para nada fácil hablar con cada compañero convenciéndolo de lo importante de contar con una entidad representativa de los empleados municipales. Se logró en cierta medida, al tener una cantidad de 36 afiliados sobre una planta obrera de 150 trabajadores. Se obtuvo con orgullo,el escalafón,manual de funciones y Régimen de remuneraciones de la municipalidad de Canals. Fue una dura lucha,altas horas de negociaciones y acuerdos. Digo orgullo, porque en ese sentido logramos alcanzar el objetivo perseguido por mi padre durante su conducción:en 1988 logró la aprobación del estatuto del empleado municipal y su correspondiente reglamentación, y el Escalafón logrado en 2010 complementaba el cuerpo de normas que son herramientas de defensa del trabajador municipal.
Las conquistas gremiales, son precisamente eso: triunfos de los trabajadores QUE APORTAN UNA CUOTA MENSUAL. Lo lamentable e injusto de todo esto, es que la ley 23.551 determina que la afiliación a un sindicato es optativa, por lo que no es obligatorio sumarse a un sindicato.
El hecho es que, es a través de esos poco que aportan, que otros se benefician. Los no afiliados terminan siendo los receptores indirectos del esfuerzo de los que están afiliados al sindicato.En síntesis, aprovechan a percibir lo que el gremio consigue y se amparan en las normas legales conseguidas también por el gremio.
La dignidad del trabajador, tiene un precio que en nada se compara con una cuota gremial. La dignidad obrera no se vende al negarse a pertenecer a una entidad de lucha. La dignidad del trabajador es mucho mas que eso. Crecí bajo el concepto de que el poder nunca toma verdadera conciencia de las necesidades del trabajador, por mas que se vaya en palabras. Siempre la política a desarrollar tiene como brazo ejecutante al obrero,el cual jamás es valorado en toda su dimensión.
En 2015, siendo Secretario adjunto de la conducción que deja el mando por caducidad de período, tomé la iniciativa de no dejar en acefalía nuevamente a A.T.E.M. (Asociación de trabajadores y Empleados Municipales de Canals) y por ello intenté atenerme a las normas vigentes, respetando los pasos administrativos pertinentes para sostener un sindicato que se halla en emergencia institucional. Fue en razón de ello, que se conformó una comisión provisoria que en caso de una negociación repentina con el Ejecutivo actuase provisoriamente, mientras se convocaba a Asamblea presentando una lista de conducción que sería electa tras el proceso administrativo correspondiente.
En dicha asamblea, presenté uno a uno los candidatos a los cargos pertinentes, justificando el porqué mi elección a esas posiciones. Delineé meticulosamente cada nombre,distribuyendo en la lista, representantes de cada sector para tener un claro panorama de cada área y en caso de conflicto buscar y evaluar posibles soluciones. Intenté convencer de lo apremiante del tiempo que se agota en una año electoral, y no obtuve la respuesta esperada. Lo que recibí, en primer lugar, la indiferencia del afiliado, que teniendo una nómina superior a 50 compañeros, se hicieron presentes en asamblea solamente once. En segundo lugar, la resistencia de compañeros del sector hospital, que exigieron una segunda reunión debido a la falla en la comunicación convocando asamblea, y en tercer lugar, la sensación manifiesta del rechazo a algunos nombres de los que propuse.
Es dificil expresar la tristeza que poseo. Porque ATEM TIENE UNA HISTORIA DE MAS DE 30 AÑOS DE LUCHAS Y CONQUISTAS GREMIALES. Porque duele mirar hacia atrás y ver que se ha conseguido tanto y se valora tan poco. Es penoso admitir la ingratitud y la falta de interés en unirse para conseguir mas,por parte de compañeros que sólo lo son en la palabra pero no en su dimensión. Y es lamentable traicionarse a uno mismo:Levanté la bandera sindical, me capacité,aprendí y comprendí tantas cosas, que hoy es doloroso dar un paso al costado y decir "sálvense cada uno como pueda".
Ya no queda nada en mí. Entregué todo y hoy debo ser quien plante la retirada, esperando que otros tomen conciencia de la idea de un gremio, que se rija por las leyes y no por negociados.
Ojalá surja gente que luche con los verdaderos preceptos de justicia laboral. Que no tenga miedo a ejercer la presión que por ley está permitido, y que se maneje con el respeto institucional que debe existir.
Hoy digo basta.Hoy me cansé develar por otros y recibir solo cachetadas.Ahora es tiempo de empezar a pensar, que todo lo hecho fue por algo, y que no supieron aprovechar lo que he aprendido,tal vez porque jamás sirvió para mucho.
La institución está por encima de los hombres, y bajo ese concepto,si ATEM puede ser grande, puede llegar a serlo sin tenerme en sus filas. La próxima Asamblea determinará mi continuidad en la lucha o si es hora de plantar la bandera de retirada.
Es bueno DARSE CUENTA,cuando uno ya no puede hacer mas nada. Cuando uno ha hecho tope hasta el techo que muchos se lo permiten. Lo importantes es precisamente eso: DARSE CUENTA CUANDO LA COSA NO VA MAS.
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