jueves, 29 de mayo de 2014

LA DENSIDAD DE LOS MEDIOS (sociedad en crisis)

Viendo la televisión, resulta igual o mas complicada que internet. Cuando uno elige o selecciona un canal de comunicación,espera diversidad de información y datos que le permitan obtener una información fidedigna y seria. Suele ocurrir, que las tendencias ideológicas empañan el sano juicio de la verdad y la tergiversación se pone al orden del día.
La verdad es subjetiva, y en ese aspecto juega mucho la importancia del pensador y comunicador de esa supuesta verdad. Es en ese momento,donde el juego entre lo que se cree y lo que es, empieza a cobrar protagonismo, resultando un mensaje cargado de ideología contaminante de lo que se quiere informar. Los extremos vuelven a la comunicación objeto permanente de debate y dudas sobre la certeza de lo que se quiere decir. 
Es innegable que el arribo de la democracia como sistema de gobierno ha significado le necesidad de romper con hegemonías y corporaciones mediáticas,intentando romper con las viejas estructuras comunicacionales, quizás intentando imponer la intención del Estado de arrebatar ese monopolio y volcarlo en su propio favor.
Pero mas allá de esa lucha, es común ver la forma en que los medios de comunicación manipulan la información, carentes de la necesidad de respetar ciertos estándares morales, llevando a terreno de lo vergonzoso la capacidad de contar con programaciones constructivas dejando paso a todo lo negativo.
Hoy por hoy, es común ver a la mayoría de noticieros desgranar hasta el hartazgo temas definidos y específicos ( accidentes que son analizados hasta el mínimo detalle y hasta el hartazgo en repetidas ediciones) y aún mas grave es ver cómo cumplen la función de instrucción delictiva ("así operan los motochorros" "así actúan los roba bancos")) enseñando y alentando a quienes sufren debilidades de principios y necesidades básicas a experimentar actos delictivos.
Poco productivo es el hecho de escuchar a cuanto político se cruce para esbozar una crítica cuando su pasado los delata por su incapacidad. de hecho, muchos son "cadáveres políticos" y aun siguen existiendo debido a que los mismos medios les dan protagonismo y la sociedad que sufre de una crisis de memoria histórica (de hecho,muchos odian historia o toman la parte que mas les conviene para sus opiniones) vuelve a darles ese aire para seguir estafando al pueblo.
La programación de ciertos canales, son extremadamente chabacanos y baratos, y cierta audiencia se identifica al punto de resultar hipócrita con su misma personalidad (miran programas de chimentos, metiéndose en la vida de famosos,detestando cuando se habla de ellos mismos en la idiosincrasia de una comunidad).
Es muy raro en la actualidad, hallar un medio que brinde información seria, tratada con sutileza y precisión. Es muy raro,encontrar un noticiero que obtenga un equilibrio sobre lo bueno y lo malo, pues existe en la mente de los productores que el morbo es lo que vende:sangre,muerte y destrucción.
¿Es así como se busca construir un mundo mejor? ¿enseñando todo lo negativo y no destacando lo positivo? (algunos toman hechos de solidaridad por cinco minutos en un programa de 60 minutos) Días atrás,el jefe de gabinete nacional, detallaba las horas de información negativa que se emitía desde los noticieros. Y lejos de simpatizar con el dirigente político, creo que hay que reconocer que algo de razón tiene. Suele verse la manipulación descarada que hace el gobierno  sobre la Cadena Nacional, pero nadie esboza la estupidez,descaro y ridiculez de los medios al transformarse también en cadena nacional (todos los canales a la vez) con un tema determinado.  Lo justo,es justo: se debe reconocer la crisis comunicacional que se padece en la actualidad, y la debilidad de la sociedad por consumir destrucción, corrupción  y muerte, como si ello fuese positivo a la hora de dejarles un mundo positivo a nuestros hijos.  Al final de cada información, debería surgir un tipo de moraleja, y lo único que queda es la sensación de bronca recayendo hacia el estado y los poderes, cuando en nuestras mentes se está instaurando inconscientemente el impulso a creer que se puede cometer ilícitos ante la ausencia del poder.
Caemos en la trampa de un juego perverso donde nos destruimos a nosotros mismos y lo que es peor a nuestro futuro. Nadie aporta ideas a la hora de elaborar un mensaje que contrarreste la negatividad del momento, y a todos les resulta mas fácil juzgar sin participar de forma activa ni pensar proponiendo nada. La sociedad consume destrucción y critica sin proponer solución para evitar que eso suceda.
Debe cambiar la función de los medios, o en deferencia empezar a elegir de forma inteligente lo que se consume, porque sólo así las cosas cambiarán. Mientras se opine livianamente, mientras se mire cosas que no construyen y sólo entretienen y distraigan, difícilmente nuestra democracia vaya en crecimiento y obtengamos una sociedad en paz.

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